Para identificar el buen diseño en electrodomésticos, como en todo, no solo debemos fijarnos en el aspecto (que también); el diseño debe tener una aplicación práctica y mejorar la experiencia de uso del aparato. Por ejemplo, una maneta de horno, además de estar bien integrada en el frontal y coordinada con el resto de electrodomésticos, debe permitir una apertura cómoda y segura de la puerta del horno.
Este y otros ejemplos recogidos en este artículo te ayudarán a reconocer los electrodomésticos con diseño adecuado a tus necesidades, y elegir con criterio el que mejor se adapta a tu cocina.
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Estética
Por supuesto, importa. Sobre todo si tienes en cuenta que la mayoría de electrodomésticos tiene una presencia importante en la cocina, en otras palabras: vas a verlos todos los días.
Una buena estética no es otra que la que mejor se adapta al ambiente de tu cocina, a tu estilo y al resto del mobiliario y electrodomésticos. Por esta razón, cada vez más se fabrican electrodomésticos coordinados entre las diferentes gamas. Un buen ejemplo es la Serie Cristal Balay disponible en campanas, hornos, microondas con un acabado impactante muy valorado en cocinas de diseño.
Otra tendencia en el diseño de cocinas es el minimalismo. Pero recuerda que estamos hablando de estética, es decir: no es que los electrodomésticos tengan menos funciones, sino que sus mandos, displays y controles se simplifican dando lugar a un exterior sencillo y depurado. En este aspecto, los electrodomésticos integrables son los máximos exponentes: capaces de pasar cada vez más desapercibidos en la cocina, como es el caso de los lavavajillas integrables Balay o de los frigoríficos y congeladores, ideales para ambientes minimalistas.
Por último, cada vez se juega más con el color, abandonando viejos clichés como que el cristal de la placa tiene que ser siempre negro: ahora disponemos de opciones novedosas, como las placas en cristal gris o blanco, perfectas para crear ambientes más luminosos.
Utilidad
La utilidad dignifica al diseño y le da sentido. Necesitamos electrodomésticos prácticos por eso, cualquier elemento incorporado tiene que ser, ante todo, útil. Un buen ejemplo es el sistema InfoLight de los lavavajillas integrables, que proyecta un haz de luz roja sobre el suelo, para que puedas saber si el lavavajillas está o no en funcionamiento.
Otro ejemplo de diseño funcional es la electrónica integrada en la puerta del frigorífico (como en este modelo) que permite regular la temperatura del interior sin tener que abrir y cerrar la puerta, ni perder eficiencia en la refrigeración. Además, cada vez que cambias la temperatura del frigorífico, la del congelador se adapta de forma automática. Bonito y útil.
Pero el ejemplo más claro de diseño funcional probablemente se encuentre en el interior de un frigorífico Balay:
- Iluminación LED: luz fría, sin sombras y que consume lo mínimo.
- Bandejas de cristal extensibles: para acceder fácilmente a los alimentos.
- Balcón de la puerta regulable en altura: con guías elevadoras que permiten ajustar la altura hasta en 21 cm.
- Cajón BigBox de gran capacidad en el congelador: para los alimentos más voluminosos.
Con tantos compartimentos, tal vez necesites echar un vistazo a nuestros consejos para organizar los alimentos en tu frigorífico.
Ergonomía
Por último, además de ser bonito y funcional, el diseño tiene que proporcionar una experiencia de uso agradable y los electrodomésticos deben ser físicamente fáciles de manejar. De nada sirve tener una maneta cromada preciosa si tienes que retorcer la mano para abrir la puerta.
Como ejemplo de ergonomía en electrodomésticos, elegimos la puerta del frigorífico combinado Óptima NoFrost, con un sistema que permite a la puerta girar sobre si misma al abrirse. De este modo, ya no es necesario dejar un margen adicional entre el lateral del frigorífico y el mueble, incluso se puede instalar directamente junto a la pared, sin necesidad de dejar espacio y garantizando la accesibilidad total al interior de los cajones.
Mención de honor en ergonomía merecen también los lavavajillas integrables Balay que pueden instalarse en alto (a unos 30 o 40 cm del suelo). De esta forma se facilita la carga y descarga de la vajilla y la reposición de sal.
Estas son las claves del mejor diseño: el que responde no solo a lo que tú deseas, sino también a lo que necesitas. Combínalo con las mejores prestaciones y encontrarás el electrodoméstico perfecto para tu cocina.
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